28.3.11

¿Y si mejor corremos en el Sahara al mediodía?

Digo, si se trata de matar corredores de insolación, siempre se puede ser más radical ¿no?


Para una primera carrera (se notó en varias cosas la inexperiencia de los organizadores) el "Reto naranja" organizado por la Universidad Anáhuac y Zibatá, no estuvo tan mal. Digo, sobreviví.

Aciertos:
  • Se esmeraron mucho poniendo agua cada 2 kilómetros (según yo, aunque a la mejor fueron espejismos, no sé, iba ya desvariando)
  • Ambulancias en varios puntos de la ruta
  • Coaches de calentamiento antes de la carrera
  • Un ambiente de camaradería digno de ser mencionado
Desaciertos:
  • El reloj de la meta no estaba operativo
  • No supieron evitar el "tapón" en la meta que te obliga a parar en seco
  • El terreno. Más de la mitad de la ruta se corrió sobre terracería (el resto fue mitad en asfalto y mitad en unos carriles de cemento bastante estrechos para una 10K con 1000 corredores)
  • Lo realmente garrafal, fue el horario, comenzar la carrera a las 8:30 en primavera. Hay que tomar en cuenta de que en unos días que cambiemos de horario, ese mismo momento del día será las 9:30 y para esa hora el sol ya está bastante arriba

De cualquier forma, valió la pena la experiencia y estoy seguro que el año entrante, si repiten la carrera, las condiciones serán mucho mejores. Tienen a su favor, después de todo, que correr en contacto con la naturaleza (incluso la semiartificial de un campo de golf), allí en el cerro, siempre será atractivo para los corredores que valoramos alternativas a las rutas de siempre, por las calles de siempre, serpenteando por la ciudad.

24 horas después no sé cuánto tiempo hice, pero sin duda excedí los 60 minutos, porque todo el camino sentí que trotaba, nunca corrí. No sé si mis únicos enemigos fueron el sol y mi condición física, o también influyó que el viernes me excedí entrenando y tal vez no alcancé a recuperarme.

En fin, no pierdo de vista que ya empezó de lleno la temporada de carreras, y sin duda en un mes ya estaré en mucho mejor forma. Y no sólo por entrenamiento: acabo de empezar a modificar mi régimen alimenticio, a fin de perder algo de peso. Nunca lo había intentado y sé que será difícil, pero qué chiste tiene vivir sin retos descomunales.

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