Ahora resulta que el trote no fue TAN trotado como imaginé. ¿Será que el reloj no les funcionó o que en mi agonía sentía todo en cámara lenta?
Resulta que sólo fueron 84 sujetos los cientos y cientos que sentí que me rebasaron. ¿Creer o no creer? No es que sienta que 58:07 es un tiempo para celebrar, pero a fin de cuentas son casi 4 minutos menos que la carrera de enero, y eso ya me motiva más a seguir el esfuerzo de redoblar el entrenamiento y cuidar la alimentación, pues siento parte de la meta un poquito más cercana.
Por lo pronto, ya me inscribí al gimnasio para que las piernas se pongan fuertes y cooperen con la causa.
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