16.8.09

Incrédulo pero feliz

Si hoy hubieran tomado la tradicional foto que toman en algunas carreras, se habría visto mi cara de «¡ah chingá!» al acercarme a la meta: Dudo que haya habido alguien más sorprendido con su propio tiempo que yo, cuando vi el relojote.

Meta alcanzada y sobradamente superada :). Cierto, no era una meta particularmente ambiciosa, porque considero como que estoy de nuevo haciendo pininos (cuarta carrera del año apenas, después de muchísimos meses sin pisar pista), pero en mi post previo dije que quería bajar de los 54 del 0208.

Pues bien no sé cómo ni por qué, pero hice 51:30. Y lo disfruté, con todo y la cara de bestia de tiro recibiendo latigazos que creo que voy haciendo desde el kilómetro uno o dos siempre, je je.

La inclinación del suelo no fue, en general, muy relevante esta vez, porque aunque siempre hubo pendiente (y siempre siento que hay más subida que bajada aunque sea, como hoy, el mismo recorrido de ida que de regreso) no tan intensa como la imaginaba. Claro, esto aplica sólo al 95% de la ruta, porque, si bien 9.5 kilómetros de los 10 fueron en un segmento pavimentado del nuevo periférico, la conexión entre el Club Cima Diamante y la carretera se hacía cruzando un pintoresco tramito pedregoso de terracería con pendiente algo pronunciada.

No me encantó que la carrera empezara tan tarde (9 am) porque el sol estuvo más fuerte que de costumbre, pero supongo que eso mismo me sugestionó y pensé que haría más tiempo que hace 7 y 14 días, cuando corrí a las 8.

Conclusión incierta: Que no me hagan antidoping, porque igual y por ahí está la respuesta, je.

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